lunes, 20 de febrero de 2017

Donar sangre es donar vida.

Quienes lo han hecho alguna vez normalmente responden a un llamado a la solidaridad. 

Algún conocido que necesita  "reponer " en el banco de sangre lanza un mensaje desesperado en las redes apelando a la generosidad de los valientes que, despojados de todo prejuicio, se tomarán un rato de su vida para hacerlo.

Mi primera vez fue para Nicole, después  Marcelo y esta vez lo hago por Nacho. En todas tuve miedo pero cada vez que salgo del centro donde se dona y charlo con los médicos y enfermeros que gestionan el asunto, me queda la misma sensación.  

¿Por qué no lo hice antes? ¿Por qué no lo hago más? ¿Por qué esperar a que te toque de cerca para reaccionar?

Donar sangre no duele, no daña.. Si tienes las condiciones para hacerlo : mayor de edad, peso adecuado, vida sana, no padeces enfermedades crónicas y llevas una vida sexual tranquila tu donación es fundamental para salvar vidas. Las mujeres pueden hacerlo cada 3 meses, los hombres cada 2. Hacerlo 2 o 3 veces al año no tiene consecuencias para tu salud. 

Cuando lo haces reiteradas veces en el mismo centro te conviertes en un "donante confiable" y tu sangre se deriva para pacientes de neonatología, por ejemplo.

Que un centro tenga suficientes unidades de sangre permite que no se suspendan cirugías por falta de ella. Permite que se atiendan urgencias en los hospitales públicos. Le das la posibilidad a quien no cuenta con la suerte de tener un grupo de amigos y conocidos que venzan el miedo a un pinchazo para extraer medio litro, de no tener el corazón en un puño y sumar esa angustia al motivo que los lleva a necesitar de tu altruismo. 

Hoy le tocó al hijo pequeño de una buena amiga pero nos puede pasar a cualquiera. Sé valiente, anímate, donar salva vidas. 




2 comentarios:

  1. Excelente reflexión! Gracias Arantxa! Cómo nos cuesta a veces (casi siempre) no omitir esas acciones que tanto significan para el otro...sobre todo ese otro que no conocemos! Muy bueno! Gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar
  2. Excelente reflexión! Gracias Arantxa! Cómo nos cuesta a veces (casi siempre) no omitir esas acciones que tanto significan para el otro...sobre todo ese otro que no conocemos! Muy bueno! Gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar