lunes, 9 de febrero de 2015

Primero el Goya, ¿después será el Oscar?

El mundo de los productores, como el de los actores, es a veces visto como frívolo. Eso es porque hemos construido imágenes que la fantasía nos ha permitido hacer ¿a partir del cine? No lo sé, vamos a preguntárselo a Axel Kuschevatsky, co productor de Relatos salvajes, película que tuvo nueve nominaciones a los Goya de las que obtuvo una estatuilla, la de mejor película iberoamericana.

 Axel es una sorpresa para mí. Tiene carisma, te hace sentir cómoda, cuenta hasta lo que no le preguntas, habla de cine, nombra a genios con quienes ha tenido el lujo de trabajar (quiere volver a hacerlo con casi todos), te da todo el tiempo del mundo… Hoy es un día especial. Lleva dos semanas fuera de casa, viaja normalmente una vez por mes, atiende compromisos profesionales sobre todo en España, es el responsable de contenidos de cine del Grupo Telefónica.

¿A tu familia le pesan tus viajes?
Mi familia me apoya y entiende mi trabajo, no siempre pueden acompañarme. A veces a mis hijos los uso de testers. No hay nada más interesante que poder transmitirles a ellos el amor por lo que hago, compromiso, foco. Creo que soy buen padre en la medida en que, mira, te voy a dar un consejo de padre (Axel está convencido de que tengo unos 18 años, y me habla a lo largo de la entrevista un poco desde ese lugar hasta que le confieso que tengo cuatro niños de la misma edad que los dos suyos). Hay un punto en que lo peor que le puedes dar a un hijo es la idea de la conmiseración, y el tener pena de uno mismo es perverso. Hay padres que transmiten eso y para mí es como anular la identidad del otro. Mis hijos ven alguien convencido de lo que hace y cuando las cosas están mal no hay otra opción que seguir adelante.


¿Cómo fue trabajar en Relatos salvajes?
A Damián Szifrón (guionista y director de la película) hace más de 20 años que lo conozco. Ya cuando estudiaba supe que era un genio. Fui de los primeros en ver El Piloto de los simuladores.  Se lo llevé a Telefe e  hicimos la serie. Hacía siete años que no escribía cine y eso me generaba un poco de ansiedad. Yo leí Los cuentos asombrosos de Damián Szifron. Eran historia con ejes comunes que terminaron convirtiéndose en Relatos... Lo leí en 45 minutos,  me di cuenta en la tercera página de que era una genialidad.

Y lo ha sido. Axel es alguien a quien le gusta actuar como catalizador del talento que encuentra en otros. Cree que lo único que recorre la línea entre una buena película y una mala es precisamente eso.

Lo conviertes todo en oro…
En realidad es al revés: yo veo el oro y me acerco.
(Insiste en que forma parte de un equipo, nombra a cada uno y deja claro que esto es un trabajo de todos).
Relatos… existe por Hugo y por Damián (se refiere a Hugo Sigman, de K & S, la productora de cine que crearon Oscar Kramer, ya fallecido, y él). Un poco más tarde se sumó El Deseo, la usina de los hermanos Almodóvar y Esther García.
Esta no es un película pequeña. Damián escribió algo que es como un “serruchito” emocionalmente. Se trata de un largometraje con estructura fuera de lo común. Hay gente que piensa que el diálogo con el espectador se genera a través del silencio. Damián juega con la empatía del espectador. Construye el diálogo con la audiencia. Y esto tiene que ver con la capacidad narrativa que posee este director y guionista de “manipular” (lo digo de manera positiva -aclara-) la emocionalidad del espectador y de llevarte a un determinado lugar donde esperas reaccionar de una manera y finalmente lo haces de otra. Eso requiere mucha precisión para que rías o llores. En definitiva uno construye sobre ideas, pero avanza sobre emociones.

No está exento de la polémica que se ha generado en España con el 21% de IVA que convierte al  cine en un consumo de lujo. Agradece a todos  los que se han interesadopor una película, salen de su casa, con calor o frío, y se sientan en una butaca espectantes por lo que la película puedes ofrecerles.

Además, es el encargado junto a Liza Echeverría de la antesala de los Oscar para 80 millones de abonados a TNT.Aprovecho y le pregunto por ello


Vuelas el lunes a Buenos Aires. ¿Estás nervioso por los Oscar…?
Relatos salvajes cuenta con serias posibilidades de llevarse uno.
Para mí el Oscar es como para las mujeres el verano. Ellas piensan en el biquini y yo en la triple papada.

¿Cómo ves el mercado americano?
EEUU no es un mercado más importante que el de China. Hoy el mercado internacional representa el 60% de los ingresos de un filme; USA y Canadá, el 40%. Los estudios están obsesionados con  hacer películas globales. Eso nos da la oportunidad a nosotros de hacer películas que ellos no harían nunca. Así que tenemos posibilidades de hacer más películas “de autor” y películas locales. Este año, estas últimas han sido las más taquilleras.

¿Qué nos cuentas acerca de tus próximos proyectos?
Hace unos días anunciamos un proyecto con Álex de la Iglesia. Trabaja con el mejor guionista para mí de España: Jorge Guerricaechevarría. (Carne trémula, El día de la bestia, Celda 211 –por la que ganó el Goya al mejor guion adaptado en el 2009– El niño). Ellos escribieron esta película que se llama Mi gran noche. Es una comedia que cuenta cómo se graba en agosto el brindis de fin de año de TVE1.  (en España es todo un evento la retransmisión desde la Plaza del Sol del brindis y la ingesta de uvas al son de las 12 campanadas). Son 20 personajes, una sola localización durante la grabación... Muestra la rivalidad de un cantante joven POP (Mario Casas), su representante argentino y una celebridad de la canción romántica legendaria (Raphael) y su asistente ruso. Santiago Segura, Hugo Silva, Pepón Nieto, entre otros, formarán parte del elenco. Será una de las grandes películas del 2015 o 2016.

Axel Kuschevatsky se entrega. Se acuerda todavía de la panadería del enano, un comercio de Ramos Mejía, una localidad de Buenos Aires de la que se siente hijo adoptivo. Es un ciudadano de mundo, un genio que cree en el valor de las pequeñas grandes cosas, una persona capaz de generar confianza y construir éxitos. Reconoce a su gente y por eso ha llegado a donde está sin dejar de ser un tipo normal.









miércoles, 4 de febrero de 2015

Gira

Enero y febrero son, en Argentina, las vacaciones de verano escolares. Ya no es como antes, las calles de la ciudad no solo las colman los turistas, hay algunos rezagados que prefieren veranear en otra temporada y niños que asisten a colonias urbanas para entretenerse. El tránsito en las calles no cesa. Los taxistas están contentos porque las temperaturas de 30 ° que tiene de media el verano porteño, hacen que (aunque hayan aumentado las tarifas en los últimos meses hasta un 20%) la gente suba ansiosa por el aire acondicionado que ayuda a combatir el calor.

Vacaciones de niños, doble trabajo para los padres. 

No conozco una sola familia que no se haya lamentado de los benditos 3 meses sin escolaridad. Exceptuando, claro está, las “acomodadas” que gozan de un campo, de la casa en la playa o de la quinta en el country (así le llaman a los barrios cerrados con amenities) Ellos si son afortunados.

Haciendo honor a la verdad, en este momento me siento también yo una afortunada. Viajo dos semanas (¿necesito aclarar que es por trabajo?) y debo decir que siento haber empezado “unas mini vacaciones”.  Sin niños ni responsabilidades hogareñas. Con tiempo para colmar la agenda de actividades sin tener en cuenta a nadie más que a mí. 15 días de entrega al mundo de los adultos, de la profesión y de los proyectos. Días también de eterno agradecimiento al hombre que comparte mis ilusiones, me apoya con su predisposición y hace que nuestros hijos  sientan la ausencia como normal y no como algo pendiente que después puedan  reclamar.

Arranco en Ezeiza. Martes 3 de febrero,  12 pm. El check in online me ahorra una cola interminable de pasajeros ansiosos que encima se preguntan por qué algunos sin ser VIP pasan por el mostrador “liberado” solamente para la entrega de equipajes.  Señores, ¡¡Esta es la era del online!!

La advertencia de la AFIP donde conviene declarar (para evitar a la vuelta “entregar”) los aparatos electrónicos de menos de un año y de gama alta, me recuerda el país en el que vivo. Lamento sentir que hago tan pocas cosas para que pueda cambiar…

Gonzalo el único valiente que  todavía no dimensiona el tiempo de ausencia materna que le espera, nos acompaña al aeropuerto. El resto prefería quedarse en casa. Dicen estar acostumbrados. ¡No sé si alegrarme o preocuparme! Supongo que en el fondo, es una buena señal, no hay que tener culpa… lo importante es que sepan que vuelvo y que los voy a extrañar. 
Antes de despedirme, entran a la capilla para orar. ¿Qué piden? ¿Que vuelva? ¿Que no me vaya?

Ya en el avión anuncian una hora de restraso. Y arranca una especie de festival donde están los que quedan sentados, los que pasean enfurecidos, los que se quejan sin reclamar… los que preguntan sandeces y los que en definitiva, no saben esperar.

Me tocó un avión de los nuevos. Pantallas en cada asiento, touch, mil películas para ver y un montón de música para escuchar. Puertos de 3 tipos para conectar los diferentes dispositivos electrónicos. ¡Hasta se puede cargar el celular! Por fin en mis manos “El Niño” la película de Daniel Monzón que cuenta con 16  nominaciones a los Premios Goya (se celebran el próximo sábado 7 de febrero en Madrid) y que el 1 de febrero ganó en Barcelona 7 Premios Gaudí. Película de acción, con denuncia social incluida (no demasiado explícita) y no apta para castellano parlantes que no estén acostumbrados a escuchar hablar en andaluz. Amigos argentinos, van ustedes a alucinar. Me acordé de lo que me costó entender a Gasalla cuando lo fui a ver al teatro y hablaba en lunfardo (una especie de jerga que usan los delincuentes pero que es comúnmente aceptada y usada en términos coloquiales).


Cerveza Mahon y hojaldre con mousse de caramelo para endulzar el largo viaje que de día eterniza la llegada al destino final. Cubiertos de metal. Qué alegría no usar plástico al volar!!! 

Vamos llegando y en  Madrid aterrizamos con un frío polar. Dos veces pasaporte y escáner. Cómo están con la seguridad.. en el último zapatos, cinturón y chaqueta. "Todo fuera señores" gritaba (literalmente) una empleada del aeropuerto de un lado a otro ordenando la gente al pasar. 

¿Aena WI FI? Imposible conectarse. Todavía hay e points (previo pago) disponibles para usar. No entiendo… O soy muy gallega o de otro modo no me logro conectar sin pagar!

Rumbo a Roma. Lista para trabajar. Hoy será un día largo (y cansado) pero seguro que pensar en todo lo que me espera me va a recontra motivar!




lunes, 2 de febrero de 2015

Imitación + Arquitectura = Duplitectura

¿Tú qué conoces de China?

Me hice esta pregunta cuando me senté a escribir la columna de hoy.

Hombre, pues la verdad es que de China sé poco. Mi primer contacto con los chinos fue a través de su comida. A la vuelta de Floridablanca (la calle donde viví en Barcelona toda mi infancia) había un restaurante que nos salvó la cena en muchas ocasiones cuando ni mamá ni yo queríamos cocinar. La "era" del delivery (en todo tipo de comidas) todavía no había llegado. Eran los 90. Tocaba bajar, hacer el pedido, y esperar comiendo un pan esponjoso con forma  parecida a una corteza pero con un sabor dulce. En esos minutos acumulados de espera aprendí algunas cosas... Sobre todo del idioma. Para mí, aprenderlo sería una misión imposible.

China es de esos países que me encantaría conocer. Estuve en Thailandia pero no es lo mismo. China fue conquistada, China será siempre un país imperial. China tiene restricciones que en Occidente no se conciben ni por casualidad. China controla (todo) de una manera que yo no puedo imaginar. China fabrica, copia y reproduce. China es un país de fenómenos (políticos, culturales y sociales), donde se pueden llegar a mover montañas literalmente para construir ciudades.

La duplitectura es el nombre que recibe esta tendencia, (¿o es ya un fenómeno?) y se ha puesto de moda en China.

Torre Eiffel, Shangai.
Surgió cerca del año 2001 en Shangai con un proyecto llamado "Una ciudad, nueve pueblos". Se construyeron ciudades satélites basándose en el estilo de diferentes países europeos. Reproducen arquitectura de países asociados con el poder, la influencia cultural y la riqueza. Tanto influyen estos países en la decisión de imitar uno u otro que tras las crisis económicas que afectaron a España y Francia, dejaron de reproducir sus estilos de construcción. Siguieron apostando sobre todo por el estilo inglés (lugar donde la crisis no ha impactado tanto).

Cuando leí este artículo de Mariano Turzi me gustó lo que dice de que "Reconstruir no es reconstituir puesto que este último requiere resignificar". Son , dice Turzi, significantes sin significado. (refiréndose a este fenómeno). No son parques temáticos, son ciudades completas. Comunidades totalmente funcionales. Llegan incluso a celebrar sus festividades. Introducen cambios acordes con las normas del Feng-Shui. Hacen como caricaturas de las construcciones originales pero adaptando los edificios a su modo de concebir la estética a través de la doctrina taoísta que sostiene que según la disposición de las cosas podemos ayudar a mejorar nuestra calidad de vida.

La torre de la Basílica de San Marcos
Thames Town

Los chinos son capaces de convertir la Imitación en Innovación.Capaces de hacer que sus hombres reproduzcan conceptos, monumentos y ciudades. Pero eso no es lo peligroso del asunto. Por ahora es más fácil fabricar que pensar. Lo preocupante será cuando 1300 millones de chinos se pongan a pensar, imaginar y crear.

Nosotros los orientales... ¿estaremos preparados?.